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Esta es la alentadora historia de “Simba”, un perrito orgullosamente mestizo, de 9 años, que en plena cuarentena empezó a presentar serios problemas de salud, que mantuvieron en vilo a toda su familia. Así nos lo cuenta Christine Mayorga, mamá de Simba.
“Simba es parte de la familia. Hace unos meses notamos que se cansaba rápido e incluso llegó a desmayarse, por eso decidimos llevarlo a Cuore, un centro de cardiología veterinaria, para que revisen su corazón”, precisó la dueña de la mascota, quien pronto confirmó que sus sospechas eran ciertas.
El corazón del pequeño Simba latía mucho más despacio de lo normal, lo que se conoce como un bloqueo en tercer grado, una condición que pone en riesgo su vida. Consciente de que el tiempo estaba en su contra, el Doctor Juan Diego Asencios, especialista en cardiología veterinaria y Director Médico de Cuore, puso en marcha esta hazaña médica nunca antes realizada con un canino en nuestro país. Para ello reunió a un equipo de especialistas de medicina veterinaria y humana, así como 14 voluntarios de universidades privadas y nacionales, que luego de semanas de preparación, realizaron una minuciosa intervención de dos horas.
“Un corazón con una frecuencia baja puede generar muchos problemas como desmayos, fatiga y reducción de la expectativa de vida. Para corregir esta condición fue necesario implantar un marcapasos, esto mejoró la calidad de vida de Simba. Esta es la primera vez en Perú, que un canino ha sido sometido a este procedimiento. Para lograrlo se requirió de un grupo médico comprometido, y mucha planificación”, explicó el especialista en cardiología.
El equipo contó con la gran experiencia del Doctor Ricardo Coloma, cardiólogo intervencionista en medicina humana, la dedicación de la Doctora Ximena Trelles, anestesista veterinaria y el valioso trabajo de la Doctora Viviana Tateishi, médico veterinario internista, quienes no dudaron en sumarse al proyecto que devolvió la esperanza a la familia Mayorga. La operación se realizó a fines de julio, la Doctora Trelles puso bajo anestesia a Simba y los cardiólogos Asencios y Coloma iniciaron el procedimiento introduciendo a través de la vena yugular un cable (electrodo) en el interior del corazón del can, a fin de estimular al musculo cardiaco mediante nuevos impulsos eléctricos artificiales.
“Una vez que se verificó que el cable estaba en posición una punta en hélice se introdujo con mucha precisión en la pared del corazón anclándose de manera permanente; mientras el otro extremo del electrodo se conectó a una fuente de energía (batería) que permanecerá dentro del cuerpo de Simba de ahora en adelante. Finalmente, se revisó el funcionamiento del marcapasos y calibro según las necesidades del paciente”, señaló el Doctor Asencios.
La operación tuvo excelentes resultados, la frecuencia cardiaca de Simba pasó de una mínima de 26 latidos por minuto, a una de 80, garantizando que Simba acompañaría por muchos años más a su familia. Luego de pasar a cuidados intensivos y ser monitoreado por varios días bajo la atenta mirada de la Doctora Tateishi, y un grupo de catorce voluntarios provenientes de todas las facultades de veterinaria de Lima e Ica, el aguerrido perrito fue dado de alta, regresando a los brazos de su familia.
“Estoy muy contenta con que Simba se haya recuperado y todo haya salido bien, lo extrañábamos mucho en casa”, señaló la dueña de la mascota.
La implantación del primer marcapasos en un canino no solo significa un logro para la medicina veterinaria en el Perú, sino que abre un nuevo capítulo, demostrando que trabajando todos juntos, colegas de medicina veterinaria y humana, así como voluntarios de universidades nacionales y privadas, se pueden lograr cosas realmente extraordinarias.